El Mercado y la Competencia: cuatro claves para estar a la altura de la licitación
El mercado es cada vez más competitivo y las licitaciones públicas tienen mucha atención, porque en ellas se manejan recursos considerables. Entonces no puedes olvidar tres principios fundamentales como son: transparencia, objetividad y eficiencia, ya que esto garantiza Licitaciones Justas en un tiempo que se ha visto permeado por diversos factores como es la reinvención, fruto del Covid-19.
Por esta razón, en este espacio tendrás cinco claves para estar a la altura de la licitación pública a la que te presentes:
- Analizar el fin de la licitación: esto es muy importante porque así se pueden determinar las posibles restricciones, los estándares de calidad que podemos ofrecer, minimizar los riesgos de incumplimiento y evitar las penalizaciones que se puedan presentar.
- Los tiempos que se tiene para presentar los requisitos y la propuesta: hay que destacar que todas las licitaciones públicas tienen un margen, esto se debe a que son variables; por ejemplo, para hacer aseo en el capitolio, así como para ser parte de la Alta Consejería de Asuntos Internacionales. Cada una de ellas tiene unos requisitos preestablecidos y conforme a la ley, lo cual hace que en ocasiones sea necesario establecer muy bien las cláusulas del servicio a prestar.
- Establecer la competencia directa que puede estar en nuestro nicho: cuando hablamos de competencia, nos referimos a un mercado sectorizado que es complejo y maneja diversidad de precio justificado en sus procesos de producción y costes de inversión. También, establecido dentro de los objetivos de transparencia, como tal, esto remite el control de una veeduría para evitar una posible colusión y conflicto de intereses.
- Costos de inversión sobre costos de retribución: es importante conocer los montos de los dineros públicos que están en juego, porque así mismo se puede analizar el mercado, establecer las demandas del mismo y contar los tiempos de cumplimiento establecidos en la licitación previamente. Hay que tener en cuenta que en toda licitación hay variables de consideración como el tiempo climático, desplazamientos, materiales y todo esto puede causar un sobrecosto que se debe incorporar en la propuesta para evitar pérdidas económicas para el oferente, así como al Estado.
Muchas de las licitaciones se pierden porque los oferentes son excluyentes y no prestan atención directa a las condiciones de los pliegos. Lo cual establece como efecto que sean los mismos de siempre los que se quedan con las licitaciones públicas.